Si no eres nativo de la India, no sabrás hablar hindi. Sin embargo, todos hemos oído la palabra "Namaste" en algún lugar. Muchas personas que practican yoga la habrán oído o incluso dicho en algún momento durante su práctica. Pero ¿alguien que no sea nativo de la India sabe realmente lo que significa?
Como se mencionó anteriormente, Namaste tiene sus raíces en hindi. "Nama" significa "inclinación", "as" significa "yo" y "te" significa "tú". Por lo tanto, una traducción directa es "yo te inclino" o "me inclino ante ti". Es un saludo respetuoso que se usa principalmente en India y Nepal. Puede usarse para saludar y despedirse.
El gesto
El saludo se utiliza en combinación con un gesto. El gesto significa el reconocimiento de un alma por parte de otra alma. Se cree que cada persona posee una chispa divina que se encuentra en el chakra del corazón. El gesto Namaste implica juntar las manos como si estuvieras rezando y colocarlas frente a tu pecho en el chakra del corazón. Tus ojos deben estar cerrados y la cabeza inclinada. También puedes colocar tus manos frente al tercer ojo, que está en el centro de tu frente y bajarlas hacia el chakra del corazón mientras inclinas la cabeza.
Las manos se juntan para simbolizar el flujo de la chispa divina y el amor que todos tenemos. Te entregas a lo divino en el corazón inclinando la cabeza. Y cerrar los ojos también significa esta entrega, pero además reconoces a la otra alma. Cerrar los ojos elimina la distracción del ser físico y te permite concentrarte en el alma. Los practicantes de la meditación también reconocerán este gesto, que se utiliza en la meditación para ayudar a entrar en el chakra del corazón. Cuando este saludo y gesto se comparte entre dos personas, es lo mismo que una meditación rápida.
La importancia en el yoga
Las personas que practican yoga con regularidad están familiarizadas con el saludo y el gesto. El saludo se suele hacer al principio de una clase y de nuevo una vez que ha terminado. Si no al principio, al menos al final, ya que es al final de la clase cuando estás más relajado y la mente no está tan activa. Además, la sala está más tranquila. Estos elementos te permiten estar más abierto a la chispa divina.