Restaurando tu energía
Un buen ejercicio que puedes probar es el arte del yoga, que implica estirar los músculos del cuerpo para aliviar la tensión del cuerpo, lo que te da una sensación relajante a medida que obtienes una mente más clara y un impulso en energía y confianza.
La mayoría de las veces, la razón por la que te sientes cansado y agotado se debe a que estás deshidratado. La falta de agua en el sistema corporal provoca una disminución de la atención y la concentración. Tiendes a utilizar más energía para hacer incluso las cosas habituales que haces, como los pequeños trabajos que haces en la casa. Para saber si estás bien hidratado cuando orinas, tu orina debe ser clara o, como mucho, un poco amarillenta o de color paja; si no, debes beber agua.
Estar cansado a veces significa que el nivel de azúcar en la sangre puede estar bajo, en ese caso, necesitas comer algo. La mayoría de las personas no comen tanto como deberían, tal vez debido al trabajo, tratando de cumplir con esa fecha límite. Pero es recomendable comer comidas pequeñas a intervalos, para equilibrar el nivel de azúcar. Al hacer esto, ten en cuenta el tamaño de las comidas para evitar ganar peso.
También es beneficioso que incorpores pescado a tus planes de alimentación, ya que es excelente para el corazón y el aceite de pescado que contiene omega-3 puede aumentar la atención, incrementando el tiempo de reacción y el vigor.
Cuando se tiene sobrepeso, se necesita más energía para trabajar. Perder peso proporciona un aumento enorme de los niveles de energía, mejora el estado de ánimo y la calidad de vida.
A veces, la razón por la que te cansas mientras trabajas es que lo haces cuando no tienes la energía al máximo. Para algunos, es por la mañana, para otros por la tarde y para otros por la noche. Será mejor que hagas el trabajo más exigente en el momento en el que tengas esa enorme explosión de energía y conozcas tu reloj biológico, para evitar agotarte fácilmente.
Por último, necesitarás descansar lo suficiente para rendir al máximo sin desfallecer. Programa tu hora de acostarte y de despertarte para que se adapte a las necesidades de tu cuerpo y, tal vez, planifiques algunas siestas para refrescar tu mente y tu cuerpo, lo que te dará el impulso de energía que necesitas para trabajar.